Tensión por la suspensión de los "rotantes" de Medicina

La tensión entre los “rotantes” de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y el Ministerio de Salud local continúa en ascenso. Tras el categórico rechazo de la ministra Rossana Chahla, ante el pedido de los estudiantes para ser incluidos en el plan de inmunización, se inicia un nuevo capítulo de un conflicto que parece no tener fin.

”Si quieren terminar la carrera, o parte de la carrera, lo eligen. Es optativo, no es obligatorio”, aseguró la titular de la cartera de salud días atrás ante medios locales y encendió nuevamente la chispa. En esa oportunidad, Chahla señaló que muchos estudiantes decidieron no realizar sus prácticas “por no exponerse” y apuntó: “si hemos elegido esta carrera, es muy importante que sirvamos al otro”.

La funcionaria analizó el panorama sanitario en Tucumán y sostuvo: “nosotros tenemos que ver también que hay muchas personas mayores de 50 años que no recibieron la vacuna. Estas son personas jóvenes (los rotantes), mientras que las otras son personas que tienen más de 55 años”.

“¿A quién pondríamos como estrategia de salud pública?”, hipotetizó antes de confirmar que los estudiantes no serían considerados como personal esencial y, por lo tanto, no accederían a la inoculación.

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Las declaraciones de la ministra causaron repercusiones de inmediato. El embate más duro fue la decisión de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) de suspender los “rotatorios”, al menos, hasta el próximo primero de junio.

“En relación con los estudiantes que se encuentran cursando la última etapa de sus carreras (practicantados rotatorios y pasantías en medicina, rotatorio de kinesiología, etc.), se evaluará la pertinencia de continuar o no los cursados desde el 1” de junio próximo, en función de la seria situación epidémica existente y del número restringido de vacunas anti-covid-19 con que cuenta nuestro país”, indicó un comunicado oficial de la alta casa de estudios.

Asimismo, aclararon: “respecto de esto se han realizado ya todas las gestiones pertinentes destinadas a inmunizar a la comunidad educativa de esta Casa —docentes, estudiantes, no docentes-, (…) debiendo por ahora, esperar que las autoridades sanitarias avancen en un proceso de fijación de prioridades que esta Facultad tiene el deber de respetar, mientras espera se resuelva prontamente”.

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El posteo de un informe siguiente insistió que "el Consejo Directivo aprobó un sistema adaptado a la crisis, mediante el cual, opcionalmente, los estudiantes pueden cursar por propia voluntad la Práctica Profesional Obligatoria (PFO) condicionando a eso a la situación epidemiológica existente, o esperar que esas condiciones mejores y los cursados sean biológicamente más seguros”.

La imposibilidad de continuar las prácticas –currícula obligatoria en el plan de estudios de la carrera- causó un profundo malestar entre los alumnos, quienes decidieron manifestar su repudio por la situación que se encuentran atravesando.

Además, formalizaron el reclamo a través de un comunicado. “La Facultad dio la “opción” de elegir si es que se quiere realizar la PFO bajo propio riesgo del estudiante. Se escribe “opción” entre comillas ya que si el alumno decide no hacer las prácticas queda totalmente frenado en su carrera e imposibilitado en avanzar en la misma”, inició el descargo.

En esta línea, remarcaron: “lo que si realizó la facultad de carácter obligatorio fue crear un consentimiento informado en donde se responsabiliza al estudiante sobre cualquier problema de salud que pueda adquirir dentro de la práctica 'opcional' de la PFO. Además, obliga a comprar bajo cuenta de cada estudiante sus propios elementos de protección personal ya que ‘los mismos no pueden ser brindados por el sistema provincial de salud’".

Según describen, los intentos por gestionar la vacunación incluyen la presentación de más de tres cartas, reuniones con el personal de salud de diversos sectores de Tucumán, reuniones con la Defensoría del Pueblo Provincial e incluso con el Decanato.

 “El interminable intento de comunicación que se realizó fue en vano con respuestas vacías, sin argumentos en los mejores de los casos y falta de respuesta en las otras. Agradecemos el dialogo que realiza el Facultad, pero creemos que el mismo resulta insuficiente ya que no se ven resultados de los mismos”, añadió el mensaje.

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Por otra parte, el documento refiere a la resolución de la Facultad en la que se informa la reducción en el cursado de los “rotatorios”. “Se habló de un logro cuando declararon que se redujeron aproximadamente 3 semanas dentro de la práctica, pero no lo vemos como tal. Acortar la carga horaria, sin repercusión en la duración por calendario, no tiene ningún efecto sobre lo que se plantea”, reza y destaca enfáticamente: “que es avanzar en la carrera”.

Finalmente, recuerda: “Se perdió más de un año de carrera y se sigue perdiendo a medida que esta situación se alarga. “No se aceptará que la única solución que hubo desde el comienzo de la pandemia sea una ‘reducción’ de 3 semanas de práctica”, advierte.

La exponenciación y visibilización del conflicto obligó a que distintas autoridades se pronuncien al respecto.

En diálogo con LA GACETA Play, Mateo Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la UNT, sostuvo: “El hecho de que los estudiantes nuestros puedan ser vacunados sería una bendición, eso lo deseamos y lo necesitamos. En realidad, no solamente a los estudiantes de medicina, también a los de enfermería, kinesiología y bioquímica, quienes también realizan prácticas en algunos servicios de salud”.

Asimismo, Martínez expresó su preocupación, en particular, por la situación de los estudiantes, en particular los del interior de la provincia, de séptimo año “porque estar en condiciones de graduarse a la brevedad”.

Al ser consultado sobre su rol en la intermediación por el acceso a los inoculantes para su personal, el directivo explicó que “en noviembre del año pasado, cuando ya se vería que iban a llegar las vacunas, la Facultad ha hecho un pedido formal que plantea que que la comunidad educativa de la UNT deba ser considerada”.

“Ayer nos hemos reunido con el secretario ejecutivo y le hemos pedido, encarecidamente, que los estudiantes de séptimo año puedan continuar sus actividades para que, no sólo puedan graduarse, sino también para ir cubriendo todos los déficits que tiene el sistema de salud actualmente. Ese pedido formal ya está hecho al ministerio y abarca sobre todo el séptimo año, no tanto el sexto, que es el punto más crítico”, añadió.

Martínez relató las acciones que realizó ante la mInistra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, para reforzar el pedido. “En marzo, junto al decano de la UBA y la decana de la Universidad Austral, pedimos audiencia con la ministra Vizzotti para solicitar que los estudiantes, sobre todo los de la práctica final obligatoria, puedan ser vacunados, pero no hemos tenido, en ese momento, respuestas favorables”. En este sentido, el profesional sostuvo que considerando la información epidemiológica actual entiende la negativa del Gobierno.

Finalmente, aclaró: “No hemos tenido, ni siquiera a través de las Secretaría de Asuntos Estudiantiles, datos que nos muestren el número de jóvenes que pudieron haber sido afectados”.

Un mensaje de aliento

Por su parte, el diputado nacional Pablo Yedlin, se refirió hoy a la situación de los rotantes y lanzó un mensaje que generó tantas dudas como esperanzas.

La llegada de vacunas Sputnik 1 y AstraZeneca a la provincia para sostener y ampliar el plan de vacunación antiCovid19 es una muy buena noticia. No dudo que los rotantes de Medicina van a estar incluidos en esta etapa”, escribió el parlamentario en su cuenta de Twitter.

Los estudiantes, por su parte, remarcan incansablemente: “queremos continuar con las actividades y colaborar con el sistema de salud”.